Una temporada impresionista (1874-2024)
Mientras Le Balcon de Edouard Manet incorpora el Museo de Orsay, la disposición sobre las colecciones pre, para y post-impresionistas del museo continúa hasta el 28 de octubre en la ala Bonheur, alrededor de La Cabane des Douaniers de Claude Monet.
El 15 de abril de 1874, 31 artistas, entre los que figuraban nombres ahora famosos, como Monet, Renoir, Degas, Morisot, Sisley y Pissarro, decidieron liberarse de las convenciones de la Academia y organizar su propia exposición, al margen del Salón oficial, en el taller del fotógrafo Nadar, situado en el bulevar de las Capuchinas de París. Aquella primera exposición, a la que después seguirían siete más hasta 1886, dio el pistoletazo de salida al incipiente movimiento vanguardista del siglo XX.
El Museo de Bellas Artes de Burdeos se suma a las celebraciones que están teniendo lugar por toda Francia del 150º aniversario de la primera exposición impresionista, que marcó el inicio del movimiento, exponiendo una obra maestra que el Museo de Orsay ha prestado de forma excepcional: La Cabane des douaniers, de Claude Monet (1840-1926).
La exhibición de este invitado de primer nivel es la ocasión perfecta para poner en valor las colecciones del museo, que van del preimpresionismo al posimpresionismo, desde Jean-Baptiste Corot y la escuela de Barbizon (Narcisse Diaz de la Peña, Charles-François Daubigny, Henri Harpignies), Eugène Boudin y su Port de Bordeaux –ejecutado en1874 e inspirado en el emblemático cuadro Impresión, sol naciente de Monet (Musée Marmottan-Monet, París)– hasta Georges Seurat, John Lewis Brown, Louis Tauzin, Alfred Roll, Henri de Toulouse-Lautrec, los bordeleses Alfred Smith et Clémentine-Hélène Dufau, Henri Fantin-Latour, Auguste Renoir, Berthe Morisot –la modelo de El balcón–, Mary Cassatt et Georges Dorignac.
Claude Monet, La Cabane des douaniers. Effet d'après-midi, 1882. © Musée d’Orsay.
Eugène Boudin, Bordeaux. Le voilier blanc. Effet du soir, 1874. © MusBA.
Zoom sobre La Cabane des douaniers
Considerado como el padre de la pintura impresionista y campeón de la pintura al aire libre, Claude Monet estuvo profundamente influido por los efectos atmosféricos de los cuadros de William Turner y por las pinceladas rápidas de Gustave Courbet.
La Cabane des douaniers atestigua el apego de Monet por captar las vibraciones de la luz y el color. Inspirado por los consejos de Eugène Boudin, Monet optó por pintar al aire libre, una elección que influyó profundamente en su arte y que más tarde le llevaría a afirmar: "Boudin, con una bondad inagotable, se encargó de mi educación. Con el tiempo, mis ojos se abrieron y comprendí verdaderamente la naturaleza".
Este cuadro es el primero de una serie sobre este motivo. En el siglo XIX, estas cabañas, situadas en los caminos costeros y construidas a menudo por los propios aduaneros, servían de puestos de vigilancia y refugio contra las inclemencias del tiempo. En 1882, Monet se alojó en Pourville, una pequeña aldea cerca de Dieppe, y descubrió el puesto de Petit Ailly en el acantilado de Varengeville. Esta cabaña se convirtió en una fértil fuente de inspiración: la reprodujo 13 veces en 1882, antes de retomar el tema en 1896-1897 con una nueva serie de 17 lienzos.
En 2024, el Ministerio de Cultura francés y el Museo de Orsay celebrarán los 150 años del Impresionismo. Paralelamente a la exposición París 1874. Inventar el Impresionismo en París, unas 180 obras prestadas especialmente por el Museo de Orsay se expondrán en más de 30 museos de Francia.