Esta obra anónima flamenca escenifica un episodio de la Biblia y, más en concreto, del Evangelio de San Lucas: el arcángel Gabriel anuncia a María la encarnación del Verbo en su seno.
Aunque se supone que el episodio ocurrió hace más de 2000 años, aquí se representa con realismo, en un interior holandés renacentista típico del siglo XVI. Gabriel, seguido por una legión de ángeles ataviados con capas litúrgicas, sostiene la vara del mensajero para transmitir la palabra de Dios a la Virgen que, sorprendida, aparta la vista de un manuscrito iluminado donde se aprecia a Moisés recibiendo las tablas de la Ley. Como podrá observar, el autor separa sutilmente el mundo celeste del terrenal mediante un eje vertical sugerido por la flor de lis, que simboliza la pureza de la Virgen, o el parteluz, que da a un jardín vallado. La línea prosigue hasta la parte superior del cuadro, donde se encuentra la paloma que representa al Espíritu Santo y que irradia luz divina. En el centro, los tres cojines bordados son una alusión a la Santísima Trinidad. Al fondo, en el jardín, podrá observar el episodio de la Visitación: María le anuncia a su prima Isabel que está encinta. Este lienzo es un testimonio de la renovación del culto mariano durante el Siglo de Oro en los Países Bajos.